miércoles, 9 de noviembre de 2011

La quimica en los siglos XIX y XX:

siglo XIX, las investigaciones se centraron en el estudio de la materia, fue entones cuando John Dalton (1766 – 1844), presenta los primeros estudios científicos relacionados con la teoría atómica, complementada, seguidamente por Thomsom y Ernest Rutherford ( 1871 – 1937), con base en todas estas teorías Niels Bohr (1885 – 1962), propone el modelo atómico como un sistema planetario, modelo aceptado actualmente.
Teniendo por esta época gran cantidad de conocimientos sobre los elementos químicos.
 Dimitri Mendeleiev ( 1834 – 1907), organiza la tabla periódica de los elementos con base en sus pesos atómicos.
siglo XX: esta es una época en la que se habla de la teoría de la relatividad en 1905, por Albert Einstein(1879-1955), los esposos Pierre y Marie Curie realizan estudios basados en la radioactividad, descubriendo con ello los radiactivos el polonio y el radio, por la mitad del siglo XX los estudios se centran en los superconductores y la fabricación de materiales plásticos, en 1996, se presenta el primer ser colonada
ACTUALMENTE SE CONOCEN CASI 19 MILLONES DE SUSTANCIAS DISTINTAS, PARA EL AÑO 2050 PODRÍAN SER 300 MILLONES.

Linea del tiempo quimica

La tabla periódica y el descubrimiento de los elementos químicos:

En 1860 los científicos ya habían descubierto más de 60 elementos diferentes y habían determinado su masa atómica. Notaron que algunos elementos tenían propiedades químicas similares por lo cual le dieron un nombre a cada grupo de elementos parecidos. En 1829 el químico J.W. Döbereiner organizó un sistema de clasificación de elementos en el que estos se agrupaban en grupos de tres denominados tríadas. Las propiedades químicas de los elementos de una tríada eran similares y sus propiedades físicas variaban de manera ordenada con su masa atómica. Algo más tarde, el químico ruso Dmitri Ivanovich Mendeléyev desarrolló una tabla periódica de los elementos según el orden creciente de sus masas atómicas. Colocó los elementos en columnas verticales empezando por los más livianos, cuando llegaba a un elemento que tenía propiedades semejantes a las de otro elemento empezaba otra columna. Al poco tiempo Mendeléyev perfeccionó su tabla acomodando los elementos en filas horizontales. Su sistema le permitió predecir con bastante exactitud las propiedades de elementos no descubiertos hasta el momento. El gran parecido del germanio con el elemento previsto por Mendeléyev consiguió finalmente la aceptación general de este sistema de ordenación que aún hoy se sigue aplicando.
Sin embargo, la tabla de Mendeléyev no era del todo correcta. Después de que se descubrieron varios elementos nuevos y de que las masas atómicas podían determinarse con mayor exactitud, se hizo evidente que varios elementos no estaban en el orden correcto. La causa de este problema la determinó el químico inglés Henry Moseley quien descubrió que los átomos de cada elemento tienen un número único de protones en sus núcleos, siendo el número de protones igual al número atómico del átomo. Al organizar Moseley los elementos en orden ascendente de número atómico y no en orden ascendente de masa atómica, como lo había hecho Mendeléyev, se solucionaron los problemas de ordenamiento de los elementos en la tabla periódica. La organización que hizo Moseley de los elementos por número atómico generó un claro patrón periódico de propiedades.

Revolución Quimica:

La Revolución química, también llamada primera revolución química, indica la reformulación de la química basada en la Ley de conservación de la materia y la teoría de combustión del oxígeno. Se centra en la labor de químico francés Antoine Lavoisier (llamado «padre de la química moderna»). El 20 de febrero de compone de varios gases diferentes. Los químicos, tales como Henry Cavendish y Joseph Priestley realizaron experimentos importantes para demostrar estos hechos. Lavoisier también tradujo la jerga arcaica y las técnicas de química en un lenguaje más accesible a las masas. Esto dio lugar a mayor interés público en el aprendizaje y la práctica de la química. Al describir la tarea de reinventar la nomenclatura química, Lavoisier dijo:

«Debemos limpiar la casa a fondo, porque han hecho uso de un lenguaje enigmático , que en general presenta un significado para los adeptos y otro sentido para el vulgo, y al mismo tiempo, no contiene algo inteligible para nadie.»
La revolución comenzó con la publicación en 1789 del Traité Élémentaire de Chimie (Elementos de Química). A partir de esta publicación y otras subsiguientes, Lavoisier explicó la composición del aire y el agua y acuñó el término oxígeno. También explicó la teoría de la combustión, y acabó con la teoría del flogisto con sus opiniones sobre calórico. El Tratado incorpora nociones novedosas y describe los experimentos y el razonamiento que llevó a cada conclusión. En suma, el tratado de Lavoisier hizo por la química lo que Principia de Newton hizo por la física.

Jöns Jakob Berzelius contemporáneo de Lavoisier, propuso una abreviatura simplificada para describir los compuestos químicos basados en la teoría de John Dalton de pesos atómicos.

Mediante la revolución química, los químicos modernos refutaron las teorías de los antiguos griegos aceptadas hasta entonces. Por ejemplo los químicos comenzaron a aceptar que todas las estructuras se componían de más de cuatro elementos de acuerdo a la teoría griega y de los ocho elementos de los alquimistas medievales.
Tabla de afinidad confeccionada por Étienne François Geoffroy en 1718: el encabezado de cada columna es un elemento químico con el que los de abajo pueden combinarse. Algunos historiadores atribuyen a esta tabla un carácter fundacional en la revolución química.

La quimica como ciencia.

El filósofo griego Aristóteles pensaba que las sustancias estaban formadas por cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego. Paralelamente discurría otra corriente, el atomismo, que postulaba que la materia estaba formada de átomos, partículas indivisibles que se podían considerar la unidad mínima de materia. Esta teoría, propuesta por el filósofo griego Leucipo de Mileto y su discípulo Demócrito de Abdera, no fue popular en la cultura occidental dado el peso de las obras de Aristóteles en Europa. Sin embargo tenía seguidores (entre ellos Lucrecio) y la idea se mantuvo hasta el principio de la edad moderna.
Entre los siglos III a.C. y el siglo XVI d.C. la química estaba dominada por la alquimia. El objetivo de investigación más conocido de la alquimia era la búsqueda de la piedra filosofal, un método hipotético capaz de transformar los metales en oro. En la investigación alquímica se desarrollaron nuevos productos químicos y métodos para la separación de elementos químicos. De este modo se fueron asentando los pilares básicos para el desarrollo de una futura química experimental.
La química como tal comienza a desarrollarse entre los siglos XVI y XVII. En esta época se estudió el comportamiento y propiedades de los gases estableciéndose técnicas de medición. Poco a poco fue desarrollándose y refinándose el concepto de elemento como una sustancia elemental que no podía descomponerse en otras. También esta época se desarrolló la teoría del flogisto para explicar los procesos de combustión.
A partir del siglo XVIII la química adquiere definitivamente las características de una ciencia experimental. Se desarrollan métodos de medición cuidadosos que permiten un mejor conocimiento de algunos fenómenos, como el de la combustión de la materia, descubriendo Lavoisier el oxígeno y sentando finalmente los pilares fundamentales de la química moderna.

Antoine Lavoisier,considerado como el fundador de la quimica

jueves, 13 de octubre de 2011

la evolucion de la quimica

La historia de la química está íntimamente ligada a la evolución del ser humano y al dominio del fuego, el cual hoy en día sigue siendo el principio básico de una tecnología fundamental. La obtención de hierro y de otros metales, o la fabricación del vidrio, a partir de la arena, son algunos ejemplos del poder transformador del fuego.

El nombre de algunos periodos de la historia como “Edad de Bronce”, o “Edad de Hierro”, nos remite a épocas pretéritas, en las que el ser humano se ayudaba del fuego para fundir los minerales y fabricar herramientas. Sin embargo, mucho antes, probablemente hace más de 500.000 años, el Homo erectus ya utilizaba el fuego para cocinar y conservar los alimentos, consiguiendo eliminar los microorganismos patógenos presentes en los alimentos y facilitando la digestión de los mismos.

Poco a poco, la curiosidad humana llevó a buscar este poder de transformación en otras sustancias, poniéndose un especial empeño en descubrir una sustancia capaz de transformar el metal en oro, lo cual constituyó la principal fuente de inspiración para el desarrollo de la alquimia. Es lícito reconocer, que la alquimia, a pesar de estar inmersa en un escenario un tanto esotérico, jugó un papel vital en el futuro desarrollo de la química.

Los filósofos de la antigua Grecia se propusieron identificar el material primitivo a partir del cual se originaría la materia y la vida. Tales de Mileto (635? a.C.-545? a.C.) postuló que toda la materia procedia del agua. Para Anaxímenes (585 a.C.-524 a.C.) el aire era el origen de toda la materia y para Heráclito (544 a.C.-484 a.C.), el fuego. Empedocles (492? a.C.-432? a.C.) consideró que los materiales básicos eran el aire, la tierra, el fuego y el agua, a los que Aristóteles (384 a.C.-322 a.C.) añadió un quinto elemento: el éter. Para Aristóteles, dichos elementos eran la consecuencia de cuatro propiedades básicas: calor, frío, sequedad y humedad.

Una mención especial merece el pensador Demócrito de Abdera (460? a.C.-370? a.C.), quien desarrolló una teoría atómica primitiva sobre la constitución de la materia. En la época, el peso de Aristóteles, cuyas ideas sobre el Universo y sus leyes dominaron el panorama científico durante casi 2000 años, eclipsó el atomismo propuesto por Demócrito. Sin embargo, dicha concepción atómica de la materia se mantuvo hasta el principio de la edad moderna. Lucrecio fue uno de los seguidores de Demócrito.

Para los sabios griegos, el problema del origen de la materia se planteaba desde dos puntos de vista antagónicos. El planteamiento preferido por la mayoría de ellos era el planteamiento deductivo, que anteponía el razonamiento a la experimentación. En el polo opuesto, el planteamiento inductivo consideraba fundamentales la observación y la experimentación. El progreso científico y tecnológico ha favorecido la metodología inductiva.

En Alexandria, ciudad fundada en el año 332 a. C., la filosofía griega confluyó con la técnica egipcia y el misticismo oriental, un encuentro que dió como fruto el nacimiento de la alquimia. Entre el siglo III a.C. y el siglo XVI d.C, la química estaba dominada por la alquimia, centrada en la búsqueda de la piedra filosofal, capaz de transformar los metales en oro. La investigación alquímica favoreció el desarrollo de nuevos productos químicos y de nuevos métodos para la separación de los elementos químicos, sentando las bases para el desarrollo de la futura química experimental.

La cultura árabe, en el siglo VII, dió un impulso fundamental a la alquimia y a las escuelas alquimistas, que se extendieron por todo el mundo musulman, llegando a Europa en el siglo XI y poniendo a disposición de los alquimistas europeos un extraordinario caudal de conocimientos.

Entre los siglos XVI y XVII comienza a desarrollarse la química como ciencia. Se considera que los principios básicos de la química se recogen por primera vez en la obra del científico británico Robert Boyle (1627-1691). Durante dicho periodo se estudiaron el comportamiento y las propiedades de los gases, se establecieron técnicas de medición y surgió el concepto de “elemento” como sustancia básica que no puede descomponerse en otras. En esta época se desarrolló la teoría del flogisto, hoy en día superada, para explicar los procesos de combustión.

Un siglo más tarde la química adquiere definitivamente las característiques de una ciencia experimental. Se desarrollan métodos de medición precisos que contribuyen a mejorar el conocimiento de algunos fenómenos. Resultan fundamentales las aportaciones del francés Antoine Lavoisier (1743-1794), quien demostró la conservación de la masa en las reacciones químicas; interpretó correctamente los procesos de combustión, identificando la necesidad de la presencia de oxígeno y refutando la teoría del flogisto; reconoció el agua como un compuesto y sistematizó los conocimientos de su tiempo relacionados con la química.

A medida que la química moderna se iba definiendo, los científicos se planteaban nuevos problemas. Así, por ejemplo, el debate sobre el origen de la vida y la distinción esencial entre materia orgánica e inorgánica se apoderó de la química. El vitalismo asumía que sólo los seres vivos podían producir materia orgánica. En realidad los filósofos naturalistas de la antigua Grecia ya se habían planteado preguntas sobre el origen y la evolución de la vida a las que respondieron mediante planteamientos fijistas, catastrofistas o evolucionistas. El debate se revolucionó cuando, en 1828, Friedrich Wöhler (1800-1882) sintetizó urea, un compuesto orgánico, a partir de cianato de amómio, un compuesto inorgánico.

Hoy en día, se sigue manteniendo la distinción entre química orgánica e inorgánica, ocupándose la primera de los compuestos del carbono y la segunda de los compuestos de los demás elementos.

La química orgánica se desarrolló inicialmente en base a la curiosidad sobre los productos presentes en los seres vivos, la esperanza de encontrar nuevos fármacos y el interés por la síntesis de colorantes y tintes, que surgió tras el descubrimiento de la anilina por Friedrich Runge (1843-1922) y la primera síntesis de un colorante artificial por William Perkin (1838-1907). Más tarde empezaron a desarrollarse nuevos materiales como plásticos, adhesivos, cristales líquidos, etc.

Hasta la segunda guerra mundial la principal materia prima de la industria química orgánica era el carbón, dado que dicha industria se desarrolló principalmente en Europa, donde no existían yacimientos importantes de otras alternativas como el petróleo. Al finalizar la segunda guerra mundial, dada la influencia de los estados unidos en el sector químico, la química orgánica clásica derivó hacia la industria petroquímica conocida hoy en día.

En 1829 el químico J.W. Döbenreiner organizó un sistema de clasificación de elementos en el que éstos se agrupaban en grupos de tres, denominados triadas. La propiedades químicas de los elementos de una triada eran similares y sus propiedades físicas variaban de manera ordenada con su masa atómica. En 1860 los cientificos ya habian descubierto más de 60 elementos diferentes y habian determinado su masa atómica. Los elementos que presentaban propiedades químicas similares se clasificaron en grupos y a cada grupo se le dió un nombre.

En 1869, el ruso Dmitri Ivanovich Mendeleyev (1834-1907) publicó una tabla periódica de los elementos según el orden creciente de sus masas atómicas. Colocó los elementos en columnas verticales empezando por los mas ligeros, cuando llegaba a un elemento que tenia propiedades semejantes a las de otro elemento empezaba otra columna. Al poco tiempo Mendeleiev perfecciono su tabla distribuyendo los elementos en filas horizontales. Su sistema le permitió predecir con bastante exactitud las propiedades de elementos no descubiertos hasta el momento. La tabla periódica de Mendeleyev consiguió finalmente la aceptación general. Hoy en día, sigue siendo válida.

Durante el siglo XIX, los químicos discutieron sobre la estructura de los átomos. Amedeo Avogadro (1776-1856), Ludwig Boltzmann (1844-1906) y otros científicos reconocidos por sus avances en la comprensión del comportamiento de los gases se manifestaban como seguidores de Jhon Dalton (1766-1844) y su teoría atómica. Otros, como Wilhelm Ostwald (1853-1932) y Ernst Mach (1838-1916), se oponían a ella. La explicación del efecto Browniano por Albert Einstein (1879-1955) en 1905 y los experimentos de Jean Perrin (1870-1942) al respecto, pusieron punto final a estas disputas. Sin embargo, mucho antes de resolverse el problema, investigadores como Svante Arrhenius (1859-1927) habían trabajado bajo la hipótesis atómica. Arrhenius propuso su teoría de la ionización, continuada por Ernest Rutherford (1871-1937), quien dispuso el camino hacia los primeros modelos atómicos, que confluirían en el modelo de Niels Bohr (1885-1962).

Durante el siglo XIX, una larga lista de investigadores, sentó las bases que llevarían al desarrollo posterior de la química, una ciencia de importancia fundamental en muchos campos del conocimiento, como la física, la ciencia de los materiales, la biología, la medicina, la geología o la astronomía entre otros. Se la considera una de las ciencias que más ha contribuido al desarrollo de la civilización. Actualmente, la química se desarrolla como ciencia empírica, es decir, que estudia las cosas por medio del método científico, mediante la observación, la cuantificación y, especilamente, la experimentación.

lunes, 10 de octubre de 2011

Historia de la quimica

La historia de la química está ligada al desarrollo del hombre y el estudio de la naturaleza, ya que abarca desde todas las transformaciones de materias y las teorías correspondientes. A menudo la historia de la química se relaciona íntimamente con la historia de los químicos y según la nacionalidad o tendencia política del autor resalta en mayor o menor medida los logros hechos en un determinado campo o por una determinada nación.
Las primeras experiencias del hombre como químico se dieron con la utilización del fuego en la transformación de la materia, la obtención de hierro a partir del mineral y de vidrio a partir de arena son claros ejemplos. Poco a poco el hombre se dio cuenta de que otras sustancias también tienen este poder de transformación. Se dedicó un gran empeño en buscar una sustancia que transformara un metal en oro, lo que llevó a la creación de la alquimia. La acumulación de experiencias alquímicas jugó un papel vital en el futuro establecimiento de la química.
La química es una ciencia empírica, ya que estudia las cosas por medio del método científico, es decir, por medio de la observación, la cuantificación y, sobre todo, la experimentación. En su sentido más amplio, la química estudia las diversas sustancias que existen en nuestro planeta así como las reacciones que las transforman en otras sustancias. Por otra parte, la química estudia la estructura de las sustancias a su nivel molecular. Y por último, pero no menos importante, sus propiedades.

¿Qué es la quimica?

Es la ciencia que se dedica al estudio de la composición, la estructura y las propiedades de la materia, junto a los cambios que experimenta durante las llamadas reacciones químicas.
la química es una ciencia empírica, que utiliza el metodo cientifico para realizar sus descubrimientos por medio de la observación, la experimentación y la cuantificación.
La ubicuidad de la química en las ciencias naturales hace que sea considerada como una de las ciencias básicas.
La química es de gran importancia en muchos campos del conocimiento, como la ciencia de materiales,la biologia,la farmacia,la medicina,la geologia,la ingenieria y la astronomia, entre otros.